Echium leucophaeum (Webb ex Christ) Webb ex Sprague & Hutch.
Echium aculeatum var. leucophaeum Webb ex Christ in Bot. Jahrb. Syst. 9: 128 (1887)
Echium giganteum var. leucophaeum (Christ) Bornm. in Bot. Jahrb. Syst. 33: 466 (1904)
Arbusto de hasta 2 m de altura. Tallo y ramas blanquecinas. Hojas de 7-12 x 0,5-0,7 cm, linear-lanceoladas, cortamente pecioladas a subsésiles, con ápice normalmente obtuso e indumento de pelos adpresos, simples y rígidos; espínulas normalmente ausentes. Inflorescencia en tirso, corta, convexa y ocasionalmente ramificada en la base, apenas elevada por encima de la roseta de hojas subyacente; cimas laterales simples o raramente bífidas; pedúnculo de unos 5 mm. Flores subsésiles, de unos 13 mm de largo. Cáliz de hasta 5 mm, más corto que la corola; segmentos linear-lanceolados, subagudos, densamente híspidos, con unas pocas espínulas en el nervio medio, ligeramente acrescentes en la fructificación. Corola blanca, de 10-12 mm; lóbulo anterior de hasta 2 mm, más largo que los laterales; superficie externa glabra a ligeramente pubescente; anillo ondulado, ligeramente pubescente. Estambres exertos, con filamentos rosáceos. Estilo peloso, bífido en la punta. Núculas negruzcas, de unos 3-4 mm, equinuladas.
Referencias:
(Bramwell, D. (1972). A revision of the genus Echium in Macaronesia. Lagascalia 2(1): 37-115).
Taxón nativo seguro (NS). Endemismo de Tenerife
Especie que de forma natural vive exclusivamente en la isla de Tenerife.
Orden de Flora: especie incluida en el Anexo II (Especie protegida).
Endemismo de Tenerife cuya distribución está restringida al Macizo de Anaga, entre los 300-700 m s.n.m., en zonas de matorral xerofítico y bosque termófilo.
Nombres vernáculos:
Nombre asignado por la Academia Canaria de la Lengua:
Taginaste de Anaga
Nota: los nombres asignados por la Academia Canaria de la Lengua, en muchos casos no se corresponden con ninguno de los nombres vernáculos utilizados en las diferentes localidades de las Islas.
Echium: Consultar en Flora Iberica.
leucophaeum: epíteto formado a partir del gr. λευκός, que significa “blanco” y gr. phaiós, –á, –ón, “que significa cualquier color obtenido por la mezcla de blanco y de negro (gris, gris oscuro, etc)”, haciendo quizás referencia al contraste entre el blanco de las flores y el aspecto grisáceo del indumento de la planta.